La obsesión por adelgazar y conseguir un cuerpo diez cada vez es mayor. Pocas son las mujeres y cada vez menos los hombres, que no han hecho dieta alguna vez en su vida. Algunas personas incluso enlazan diferentes dietas tratando de conseguir sus objetivos. En esta búsqueda del cuerpo perfecto siempre intentamos escoger los alimentos que menos nos engorden, comida diet que cumpla con los objetivos de ser sabrosa, pero no aportar grasas o hidratos innecesarios.
La industria alimenticia es consciente de esta necesidad y en muchas ocasiones se aprovecha de la obsesión de la gente por la comida diet para introducir en el mercado productos de dieta que nos venden generalmente a precios más caros y que en muchas ocasiones son un engaño que no cumplen con el objetivo de ayudarnos a alcanzar nuestro peso ideal.
El engaño de los edulcorantes
El azúcar es uno de los principales alimentos que suprimimos en nuestras dietas de adelgazamiento. Escogemos principalmente alimentos que no lo contengan no tanto por su valor calorífico, sino porque al tomar alimentos ricos en azúcar el nivel de este en la sangre se eleva. A las pocas horas baja drásticamente y el cuerpo solicitará más azúcar, produciéndose los famosos ataques de hambre que tiran por los suelos nuestra fuerza de voluntad y nuestra dieta.
Pero hay productos que causan el mismo efecto y que además son altamente perjudiciales para nosotros, ya que son muy adictivos y consumidos a largo plazo pueden ser causa de diabetes y otros problemas. El principal de estos productos es el jarabe de glucosa. Éste jarabe, fabricado principalmente a partir de la glucosa del maíz por lo que se conoce también como jarabe de maíz, causa altos niveles de azúcar en sangre que son seguidos por bajadas bruscas que desencadenan la sensación de hambre y debilidad. Es un producto adictivo y barato para el fabricante, por lo que se usa en multitud de alimentos, como son las bollerías industriales.
Pero también en los alimentos diet para proporcionar un sabor dulce y agradable: batidos sustitutivos de comida o barritas diet llevan jarabe de glucosa en su composición en muchas ocasiones.
Otros engaños en los que solemos caer
Algunos alimentos diet siguen siendo muy ricos en calorías, ya que para tener derecho a llevar la etiqueta de diet tan solo deben de reducir un porcentaje de las mismas respecto al alimento original. Así pues diet no es siempre sinónimo de alimento ligero y apto para dietas, se debe comprobar siempre la etiqueta.
Otro engaño muy común es utilizar tonos azul suave o rosa pálido, habituales en el etiquetado de productos bajos en calorías, acompañados de palabras como: saludable, ayuda a cuidarte etc. Pero que realmente no cumple las condiciones de ser un alimento de dieta.