Es conocido por muchas personas, que un abrazo, más allá de ser un gesto de afecto, apoyo, fuerza y de por sí, una sensación muy agradable, también es una técnica basado en “el abrazo curativo”.
Es increíble la cantidad de beneficios que puede dar y recibir con un simple abrazo, ya que es posible curar, mejorar, compensar e incluso prevenir algún mal, tomando en cuenta que está comprobado el hecho de que el contacto físico tiene grandes poderes curativos en casos de aliviar el dolores, depresión y ansiedad.
Clases de abrazos
De oso: es el típico abrazo que dan los padres a los hijos, donde la persona más grande envuelve al más pequeño con su cuerpo.
Oriental: es cuando ambas personas entrelazan sus brazos con el cuerpo buscando el contacto espiritual. Está lleno de inspiración, por el mismo hecho de ese contacto espiritual.
Abrazo y contacto de mejillas: una de las dos personas coloca sus brazos sobre los hombros del otro y le da un beso en la mejilla. Esto implica bondad, consuelo y consideración.
De corazón: es muy largo, cálido e intenso, ya que brota desde el corazón y se da en cualquier momento deseado. Expresa mucha alegría y es portador de amor incondicional y ternura.
De a tres: aquí se involucran los padres con hijos o algún grupo de amigos, implicando felicidad y mucho consuelo, ya que la persona abrazada se siente absolutamente a salvo de cualquier situación.
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