Aunque la disciplina del yoga es más conocida como técnica de relajación y meditación, su práctica puede aportarnos más beneficios, como mantenernos físicamente en forma en todos los sentidos.
Esta disciplina está basada en la realización de una serie de movimientos y posturas, que junto a un estado de relajación óptimo, harán fluir la energía a través de nuestro cuerpo, invadiendo los chakras y desbloqueando aquellos que se encontrasen obstruidos. Como consecuencia de este efecto vamos a notar y experimentar una serie de mejorías en nuestro cuerpo. Este es un breve resumen de lo que nos puede aportar la práctica del yoga:
- Flexibilidad: Las posturas y movimientos necesarios ejercitan esta función corporal, de forma suave y paulatina. Mejorando el funcionamiento y rendimiento de nuestros músculos y articulaciones. Se evitan y previenen lesiones relacionadas con la falta de elasticidad.
- Fuerza: Al realizar los movimientos y posturas se refuerza el tono muscular de todo el cuerpo en general. Nuestra a apariencia mejora y a la vez nuestra autoestima.
- Beneficios para la masa ósea: La carga del propio peso en diferentes posturas hace que la masa ósea se refuerce y crezca su densidad. Se evita de esta forma el padecer osteoporosis.
- Beneficio para las linfas: Los movimientos favorecen la circulación y eliminación de toxinas alojadas en las linfas, por lo que al mejorar el funcionamiento del sistema linfático también mejora el sistema inmune, se lucha eficazmente contra infecciones y eliminan las células cancerígenas.
- Mejora de las funciones cardiovasculares: el yoga es considerado como un ejercicio aeróbico, por lo que los beneficios sobre el sistema cardiovascular son idénticos a los que se pueda obtener de la práctica de cualquier deporte aeróbico.
- Felicidad: Así como suena. Se ha comprobado científicamente que la práctica del yoga hace que se segregue más serotonina, que es la hormona que nos hace sentirnos a gusto y felices.
- Disminución de la presión arterial: Gracias al constante trabajo sobre el control de la respiración y la relajación, se puede llegar a controlar el ritmo cardíaco y reducir la presión en las arterias.