La oficina es un lugar donde pasamos muchas horas al día. Por desgracia también suele ser un foco de tensión tanto a nivel mental como físico. El exceso de trabajo o el mal ambiente que pueda haber en el lugar donde lo desenvolvemos puede afectar a nuestro estado emocional o causar problemas de contracturas y dolores debidos a las malas posturas.
Aprender a combatir estos dos tipos de estrés te ayudará mejorar tu vida laboral, a no llevarte a casa los problemas y a sentirte mejor físicamente. Con tan solo seguir unos sencillos consejos puedes aprender a estar más relajada
Cómo aliviar la tensión emocional
Personalizar hasta dónde te sea posible tu puesto de trabajo te ayudará a hacer ese lugar algo más tuyo y a sentirte más cómoda en el. Tener sobre la mesa una fotografía que te recuerde tu casa o un pequeño muñeco o figurita que te arranque una sonrisa puede convertir un escritorio cualquiera en un rincón más personal y agradable.
Pero si no te es posible llevar nada a tu lugar de trabajo simplemente cierra los ojos durante unos segundos, respira hondo y suelta el aire despacio mientras visualizas uno de tus lugares favoritos. Descansarás la vista y a la vez apartarás tu mente de la tarea durante este pequeño momento de relax personal.
Relaja también tu cuerpo
Una de las principales causas del estrés femenino es que solemos estar implicadas en demasiadas cosas. El trabajo, la casa, los niños, el gimnasio… Al final tanto ajetreo termina por pasar factura. Cuando se realiza un trabajo de oficina es fácil pasarse muchas horas en la misma postura ante el ordenador y que aparezcan contracturas y dolores musculares.
Puedes realizar una serie de estiramientos sencillos sin moverte de tu silla. Deja caer un bolígrafo a tus pies y echa tu cuerpo hacia adelante para recogerlo tocando con ambas manos en el suelo. Levanta los hombros y mantenlos unos segundos así antes de soltarlos nuevamente. También puedes mover suavemente la cabeza primero a un lado y a otro, luego adelante y atrás y por último trazando unos suaves círculos para aliviar tu cuello.
Convierte estos pequeños ejercicios para la mente y el cuerpo en hábitos diarios y notarás como poco a poco tus niveles de estrés se suavizan y te resulta más sencillo conseguir un estado de relax y bienestar independientemente de las circunstancias.